Este magnífico ser humano parece predeterminado a lidiar con el pasado, por eso convirtió los senderos pretéritos en alicientes para entender y navegar con rumbo seguro por el presente.
De cuna humilde, rasgo que hasta estos días mantiene incólume y regala a su prole como herencia sagrada y compromiso obligado, precedido de una ejemplar ejecutoria, tanto en el seno familiar como en los pasillos de la sociedad.
A su quehacer investigativo se agradecen una completa biografía del líder azucarero Amancio Rodríguez Herrero, lastimosamente aún sin publicar, semblanzas del movimiento de rebelión y resistencia de Hato Estero y Las Maboas y sobre la presencia del Che en la localidad, entre otras.
Por si su encomiable labor no fuera suficiente aval, ahí están sus medallas y condecoraciones, sus premios en concursos nacionales, provinciales y municipales, reconocimientos como anirista destacado, dirigente sindical y presidente de la sección de base de la Unión Nacional de Historiadores de Cuba e historiador en el municipio.
Orlando Antonio Torres Espinosa no es de esas personas que se duermen en los laureles, por el contrario, siempre tienen a bien escrudriñar en cada pasaje que conduzca por los vericuetos del conocimiento de las glorias pasadas, las mismas que refuerzan el ideario del presente.