El fallecimiento del compañero Fidel Castro Ruz nos deja perplejos. Su propia vida es una hoja de ruta para quienes aspiramos a la justicia plena y al logro de los postulados enarbolados en la trayectoria revolucionaria de nuestro máximo líder.
Ahora nos queda materializar los principios enunciados por Fidel en el concepto de Revolución y formar a las nuevas generaciones en los valores y la ética de la Revolución Cubana, su principal realización política y social.